Tendrán una consideración especial al permitir, de forma privilegiada, manifestar la
actividad, apropiarse de la realidad y dar cuenta del conocimiento del medio.
El juego como tal es una actividad de la persona entera, individual o social, realizada
espontánea o libremente y satisfactoria en sí misma (García hoz, 1993). El juego
incorpora la actividad lúdica como vehículo por excelencia de aprendizaje a estas edades.
Las características más importantes del juego son:
Es una acción libre, lo que presupone voluntariedad de jugar y la libre elección del
juego.
Es una necesidad para el niño, pues en el juego da rienda suelta a sus ilusiones y a
su imaginación.
El juego es orden, lo cual implica la idea de la dependencia y aceptación de las
reglas otorgando un camino hacia la socialización.
El juego prepara para la vida futura, pues poco a poco irá adquiriendo esa
autonomía, esa personalidad y hasta esos esquemas prácticos que configuran la
vida de los adultos.
El juego estimula la sociabilidad, pues el niño se relaciona con otros niños y niñas yaprende a cooperar, colaborar, participar, etc.
El juego es una actividad de creación y construcción, pues el niño construye su
propio mundo cuando juega.
La actividad lúdica o juego, se va modificando conforme el niño madura y crece en
edad. Podemos establecer los siguientes momentos:
Juegos motores o funcionales
Son aquellos propios de los primeros años de vida e implican movimientos con todas
y cada una de las partes de su cuerpo. Abarcan el periodo de 0 a 2 años. Son actividades
propias de este período:
- Juegos con su cuerpo (manos, brazos, piernas,...)
- Juegos con desplazamientos (arrastrarse, andar, correr, saltar, subir...)
- Juegos con objetos (soltar y recuperar un objeto, abrir, y cerrar...)
- Juegos de interacción social (jugar con su madre, esconderse y reaparecer,...)
Juegos simbólicos o de ficción
Entendemos por juego simbólico aquel que es espontáneo y que en sí mismo no
tiene ninguna finalidad aparente, donde los niños y niñas asumen funciones de
determinados roles realizando acciones “ficticias” como si fueran reales. Suelen aparecer
hacia los dos años y medio como juegos de imitación, desarrollándose hasta los 7 años.
Mediante el juego simbólico se consiguen las siguientes funciones:
1. Asimilación de la realidad: mediante estos juegos el niño revive experiencias y las
reproduce a su modo como situaciones agradables o desagradables, juegos de guerra,
médicos, operaciones, etc.
2. Preparación y superación de situaciones: les gustan los papeles que entrañan
realizaciones futuras que ellos esperan convertir en experiencias, les encanta sentirse
aviadores, conductores, vendedores, enfermeras.
3. Expresión del pensamiento y sentimientos. Piaget dice que la dificultad del niño de
pensar sobre sus experiencias se compensa con la facilidad que demuestra para
representarlas.
En el juego simbólico se puede observar situaciones en que los niños y niñas reviven
una escena recurriendo solamente a gestos, como por ejemplo cuando colocando los
brazos en la posición de acunar, los balancean, haciendo que están durmiendo a una
muñeca. En este tipo de situaciones, la imitación desempeña un importante papel.
La participación en juegos de imitación, tanto en directo como en diferido de
personas, animales, objetos o situaciones, en las actividades de la vida cotidiana, así
como la representación de personajes, hechos y situaciones mediante juegos simbólicos, aprende a cooperar, colaborar, participar, etc.
El juego es una actividad de creación y construcción, pues el niño construye su
propio mundo cuando juega.
La actividad lúdica o juego, se va modificando conforme el niño madura y crece en
edad. Podemos establecer los siguientes momentos:
Juegos motores o funcionales
Son aquellos propios de los primeros años de vida e implican movimientos con todas
y cada una de las partes de su cuerpo. Abarcan el periodo de 0 a 2 años. Son actividades
propias de este período:
- Juegos con su cuerpo (manos, brazos, piernas,...)
- Juegos con desplazamientos (arrastrarse, andar, correr, saltar, subir...)
- Juegos con objetos (soltar y recuperar un objeto, abrir, y cerrar...)
- Juegos de interacción social (jugar con su madre, esconderse y reaparecer,...)
Juegos simbólicos o de ficción
Entendemos por juego simbólico aquel que es espontáneo y que en sí mismo no
tiene ninguna finalidad aparente, donde los niños y niñas asumen funciones de
determinados roles realizando acciones “ficticias” como si fueran reales. Suelen aparecer
hacia los dos años y medio como juegos de imitación, desarrollándose hasta los 7 años.
Mediante el juego simbólico se consiguen las siguientes funciones:
1. Asimilación de la realidad: mediante estos juegos el niño revive experiencias y las
reproduce a su modo como situaciones agradables o desagradables, juegos de guerra,
médicos, operaciones, etc.
2. Preparación y superación de situaciones: les gustan los papeles que entrañan
realizaciones futuras que ellos esperan convertir en experiencias, les encanta sentirse
aviadores, conductores, vendedores, enfermeras.
3. Expresión del pensamiento y sentimientos. Piaget dice que la dificultad del niño de
pensar sobre sus experiencias se compensa con la facilidad que demuestra para
representarlas.
En el juego simbólico se puede observar situaciones en que los niños y niñas reviven
una escena recurriendo solamente a gestos, como por ejemplo cuando colocando los
brazos en la posición de acunar, los balancean, haciendo que están durmiendo a una
muñeca. En este tipo de situaciones, la imitación desempeña un importante papel.
La participación en juegos de imitación, tanto en directo como en diferido de
personas, animales, objetos o situaciones, en las actividades de la vida cotidiana.
Como principales técnicas de dramatización infantil tenemos:
Juegos de expresión corporal, donde se utiliza todo el cuerpo.
Mimodrama o pantomima, se representa una historia por medio de mimo.
Representación formal, consistiendo ésta en la dramatización de una historia através del gesto y la expresión oral.
Teatro de títeres o marionetas, siendo representaciones donde intervienen sólo las
manos, pero es valioso para el desarrollo verbal (dicción, vocabulario), la
comunicación, la educación de la mano, el desarrollo de la creatividad y la
imaginación.
LAS ACTIVIDADES DRAMÁTICAS
Para cualquier actividad dramática, es necesario que el cuerpo participe en su
totalidad para obtener una verdadera comunicación. La actividad dramática es activa,
lúdica, integral y democrática.
La actividad dramática es fundamentalmente acción y movimiento.
No se trata de hacer una copia mecánica del teatro con sus características propias y
diferenciadoras. Aquí no importa tanto el resultado final o que la puesta en público quede
“bien”, sino que se intenta buscar la expresión del niño; interesa el proceso de trabajo, su
desarrollo, que los niños y niñas creen su propia historia.
Podemos sugerir como actividades dramáticas las siguientes:
Señalar las diferentes partes del cuerpo por imitación, ya sea utilizando distintas
imágenes o una canción. Supone la elaboración del esquema corporal.
Jugar a ser marionetas manejadas por hilos invisibles. Es una importante actividad
para el conocimiento de los miembros del cuerpo en forma dinámica.
Narrar cuentos en los que haya acciones para ejecutar por los mismos niños y
niñas. En el cuento conservar la figura del narrador que será el hilo conductor de la
acción y coordinará el movimiento y participación de los personajes.
Representar una palabra o una frase con diferentes tipos de movimientos y con
onomatopeyas. Movimientos ascendentes (una flor que crece, “tiiimmmmmm”),
ondulantes (las olas del mar, “shi-shi-shi-shi”), estéreos y ligeros (las nubes del
cielo, “memmmmm”), pesados (el movimiento de un elefante, “pofff- pofff”), etc.
Moverse libremente o marchar por el espacio y, a una señal, parar con precisión y
quedarse como si fueran estatuas. Tiene una gran importancia en la percepción del
movimiento e inmovilidad.
Saltar, reptar o subir a los bancos simulando a diversos animales. Estos ejercicios
suponen un vehículo interesante para el equilibrio del cuerpo.
Desplazarse imitando gigantes, enanos, astronautas e inventar historias con ellos;
simular ser globos e hincharse y deshincharse. Todo ello supone la relación del
cuerpo con el espacio en el que se encuentra.
Transformar bancos, aros, sillas y cualquier elemento en coches, casas, etc.
Ilustrar dramáticamente las canciones, etc. Son excelentes para el ejercicio de la
psicomotricidad y de la creatividad.
Dramatización de poemas que pueden ser reforzados con instrumentos de
percusión, palmas o pitos.
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